Barrer o no barrer, esa es la cuestión.
Con la llegada del otoño, las hojas de los árboles cambian de color y poco a poco comienzan a caer creando una verdadera alfombra sobre el césped.

Claro está que un par de hojas no serán  un problema pero si se hace una capa densa, ésta, no permitirá el contacto con el aire y el pasto terminará por dañarse.

En lugar de esperar que todas las hojas caigan, es mejor retirarlas poco a poco ya que la lluvia y el rocío, harán que se compacten haciendo que la tarea de mantenimiento sea más difícil.